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Cómo acelerar tu metabolismo en un sencillo paso

Cómo acelerar tu metabolismo en un sencillo paso

Si eres una persona que trata de comer bien la mayor parte del tiempo y te ejercitas, pero de todas formas sientes que no peudes bajar de peso o sentirte bien con tu cuerpo, o a lo mejor tratas de limitar tus alimentos y quedarte con hambre para finalmente perder el peso que tanto deseas. Déjame te doy un ingrediente que muchas veces ignoramos y que te puede ayudar enormemente a acelerar tu metabolismo y ayudar a que tu cuerpo pueda absorber los nutrientes de mejor forma.

¿Te has preguntado si en verdad disfrutas tus alimentos cuando comes? ¿Te has dado cuenta que cuando comes ese alimento que tantto te gusta o al que piensas que eres adicta que lo haces de forma rápida y sin realmente saborearlo? Es increíble, pero es verdad, usualmente esto es una respuesta de las restricciones y del ponernos a dieta constantemente, pero también es un reflejo de que comemos sin realmente saborear los alimentos.

Tal vez te ha pasado a ti, estoy segura que a mi me paso que después de tantas dietas y tantos problemas con la comida, no me permitía disfrutar los alimentos. Es posible, que como pensamos que debemos bajar de peso, entonces no tenemos el derecho para comer. Pero no hay nada más alejado de la realidad, y de hecho el continuar limitando la comida solo hace que sigamos desarrollando una mala relación con ella, nos sintamos mal con nuestro cuerpo y sigamos en este ciclo destructivo de dietas y comer en exceso.

Cómo acelerar tu metabolismo en un sencillo paso

Aunque parezca muy sencillo y hasta casi trivial la solución para mejorar nuestro estilo de vida, la forma en la que comemos y hasta ayudar a nuestro cuerpo a acelerar el metabolismo es sumamente sencilla. De acuerdo a la psicología de la alimentación, una de las cosas más esenciales es el disfrutar tus alimentos.

En un estudio en la Universidad de Texas, se eligieron participantes con niveles muy altos de colesterol y fueron colocados en una dieta baja en grasa, sin embargo, se les permitió tener cada dos días en una malteada y un sándwich de jamón y queso. De acuerdo a lo que sabemos basado en la cultura de dietas, deberían de haber experimentado un aumento significativo de colesterol en la sangre, pero no hubo ninguno.

La única elevación que mostraron fue la del placer de comer esos alimentos. A pesar del alto contenido de grasa de los alimentos en ese día de trampa, su efecto de aumento del colesterol fue mitigado de alguna manera por la química del placer. No es difícil imaginar que esos días en donde se les permitía comer otras cosas que fueran “prohibidas” fueron los únicos momentos en donde comían relajados y celebraban un alimento diferente a algo insípedo o estresante. Y esa disminución en el estrés podría haber sido, por sí sola, suficiente para reducir el colesterol.

Vitamina P – Placer

El placer es un elemento vital que hace que nuestras comidas sean nutricionalmente completas, es decir le permitimos a nuestro cuerpo realmente disfrutar el placer de comer e involucrar nuestra mente, cuerpo y emociones, haciendo de esta experiencia un momento más satisfactorio que ayuda a que nuestro cuerpo absorba de mejor forma los nutrientes y funcione mejor.

Cuando agregas Vitamina P a tu comida, entonces tu cuerpo puede acelerar tu metabolismo. Por eso, es que mucha gente aun cuando comen alimentos nutritivos, pero no le gustan, o porque comes demasiado rápido y no te das el tiempo de disfrutar tus alimentos, es probable que te cueste más trabajo digerir los alimentos, que no te sientas satisfecha después de comer o que requieras más comida para hacerlo y que nutricionalmente tu cuerpo no esté abosrbiendo todo lo debido.

En un fascinante estudio con animales, los científicos destruyeron quirúrgicamente los centros nerviosos de los cerebros de las ratas que les permiten degustar los alimentos. De este modo, un grupo de ratas se quedó sin capacidad para probar su comida; un segundo grupo de ratas normales, más sanas y más afortunadas que aún podían disfrutar de sus comidas se usó como control. Ambos grupos recibieron exactamente el mismo alimento, comieron las mismas cantidades y fueron tratados por los investigadores con la misma forma.

Después de un tiempo, todas las ratas que no podían saborear murieron. Los científicos sorprendidos necesitaban encontrar una causa de muerte, por lo que autopsiaban a los animales. Encontraron que a pesar de que estas ratas comían la misma cantidad saludable de alimentos, murieron de desnutrición clínica de ratas. Sus órganos se habían desperdiciado como si hubieran muerto de hambre. La moraleja de la historia es que el gusto y el placer son esenciales para la vida, quizás más de lo que jamás hubiéramos imaginado. (Fuente: The Institute for the Psychology of Eating)

El poder químico del placer

Cuando comes proteínas o grasas en una comida, tu cuerpo produce una hormona llamada colecistocinina química, CCK y realiza funciones versátiles. Primero, ayuda directamente a la digestión al estimular el intestino delgado, el páncreas, la vesícula biliar y el estómago. En segundo lugar, cuando se libera en el hipotálamo, parte del área límbica del cerebro, cierra el apetito. Y por último, la CCK estimula la sensación de placer en la corteza cerebral, la porción más alta del cerebro.

Entonces, al juntar todo esto, encontramos que el mismo químico que funciona para metabolizar nuestra comida también nos dice cuándo es el momento de terminar esa comida y nos hace sentir bien con toda la experiencia. Nos muestra cómo el placer, el metabolismo y un apetito controlado naturalmente se entrelazan entre sí para mejorar nuestro organismo.

La verdad, es que la mayoría de nosotras, y las que hemos pasado por muchas dietas por gran parte de nuestra vida, no nos damos el tiempo para disfrutar nuestros alimentos y sentir el placer de esta actividad. Ya sea por culpas o porque tenemos la creencia que entre más disfrutemos un alimento lo vamos desear más y más. Pero en realidad es todo lo contrario, el saborear y sentir placer cuando comemos nos ayuda a sentirnos más satisfechas.

Químicamente podemos comprobar que esto no es como lo que usualmente pensamos, cuando no tenemos una experiencia placentera cuando comemos, no producimos suficiente CCK y la sensación de satisfacción, y además nuestro cuerpo produce el neuropéptido el cual aumenta nuestro apetito y nos hace buscar más cosas que comer.

Asimismo, cuando nos privamos de alimentos, este químico también se eleva, sobretodo cuando hemos terminado una dieta. Cuando nuestro cuerpo se encuentra en un estado bajo de nivel de azúcar en la sangre, por lo regular también estamos con un bajo nivel de estado de ánimo, el neuropéptido aumenta y nos hace desear más los carbohidratos. De la misma forma, si te niegas a comer lo que te gusta, o te limitas únicamente comiendo alimentos sin sabor, bajos en calorías o restriges varios tipos de alimentos, entonces tendrás una experiencia poca satisfactoria cuando comes, y tu cuerpo responde aumentando el neuropéptido.

Y esta es la razón principal porque aun cuando te encuentres comiendo “saludablemente” o a dieta y haciendo ejercicio, no puedes bajar de peso o no ves diferencia en tu estado de salud. Y además, como parte del efecto de las dietas, te genera más el deseo de comer carbohidratos o comidas que te hagan sentir bien. Pero no solo es algo psicológico, sino que ahora puedes comprobar que tu organismo responde químicamente a lo que sucede en tu vida y a la forma en la que te alimentas.

El tratar de bajar de peso limitando el placer es como tratar de dejar de fumar limitando la respiración

Nunca vas a poder aumentar la velocidad de tu metabolismo al limitar algo que es esencial para la vida. De hecho, en la pirámide de Maslow, el comer es una necesidad básica para el ser humano, sin comer y disfrutar lo que comes no nos sentimos satisfechos.

En realidad el acelerar el metabolismo puede ser sumamente sencillo cuando prestamos atención a lo que es realmente importante y al cómo funciona nuestro organismo. El efecto de disfrutar tus alimentos y sentir placer al hacerlo puede ser poderosamente efectivo para promover un buen funcionamiento de tu organismo.

Date cuenta que cuando comemos estresados, rápidamente y sin prestar atención, nuestra satisfacción disminuye y tu organismo también responde al pedirte más comida y al no digerir tan bien los alimentos. En mi próximo artículo te voy a hablar del impacto que tiene el estrés y el comer rapido para tu organismo, tu salud y tu peso, pero por el momento, algo que puedes hacer inmediatamente para acelerar tu metabolismo es el de disfrutar tus alimentos.

Al disfrutar lo que comes, no solo acelerarás tu metabolismo, sino que te darás cuenta de que tal vez comas cosas que realmente no te gustan, nada más por costumbre o por que es fácil, y de esta forma irás naturalmente cambiando tus hábitos alimenticios y mejorando tus opciones de alimentos hacia unos más nutritivos.

Cuéntame, ¿cuándo fue la última vez que disfrutaste realmente tus alimentos?

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