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Cómo perdí peso con la alimentación consciente

como perdí peso con la alimentación intuitiva
Muchas de ustedes se preguntaran qué es la alimentación intuitiva y cómo te puede ayudar, en este artículo quiero hablarte de mi experiencia con la alimentación intuitiva y cómo he logrado no sólo bajar de peso sino mantenerme en él sin dietas, sin restricciones y sobre todo sintiéndome bien.

Antes que nada, quiero aclarar que la alimentación intuitiva NO es una dieta, la alimentación intuitiva es una forma de prestar atención a tu cuerpo, de volver a recordar que el objetivo de los alimentos es nutrirte, el quererte y amar tu cuerpo sin importar cómo lo veas actualmente. El principal objetivo de la alimentación intuitiva es alejarte de las ideas de las dietas, por lo que la pérdida de peso no es un objetivo cuando comienzas a comer intuitivamente. Simplemente no es posible mantenerlo, pues dentro de los principios de la alimentación intuitiva se encuentra el eliminar la mentalidad de dieta, y la pérdida de peso como objetivo es una idea de dieta.

No quiero decir que no puedas perder peso, más bien quiero aclararte que cuando comienzas realmente a conectarte con tu cuerpo, a ser más consciente de tus emociones y la forma en que las puedes manejar, entonces no utilizarás la comida como un medio para sentirte mejor, comenzarás a elegir alimentos que te hagan sentir bien físicamente y dejarás de tenerle miedo a la comida.

Mi historia con la alimentación consciente

En algunos otras entradas te había comentado que toda mi vida había tenido problemas con la comida, el estar continúamente a dieta y cuando no lo estaba pasaba días comiendo carbohidratos como si no hubiera un mañana. Había intentado muchísimas dietas, pastillas recetadas por “doctores”, los pongo entre comillas porque como doctores deberían de saber que las pastillas hacen más daño que ayudarte (pero ese es un tema para otra entrada). Entrando a mis treinta conocí a una amiga que me enseñó que a comer mejor, incluir más cosas verdes y naturales a mi dieta y optar por cosas menos procesadas. Esto me ayudo muchísimo a quitarme esa relación de odio y amor por los carbohidratos, me ayudo a no tener atracones de carbohidratos por días y olvidar las dietas por un tiempo.

Fue después de que tuvé a mis dos hijas, y cuando había subido mucho de peso que volví a intentar las dietas, y en ese momento me dí cuenta que no era algo que quería enserñarles a ellas, que debía haber un método que no me hiciera sentir privada y limitada. Buscando información, descrubí la alimentación consciente y posteriormente la alimentación intuitiva. En un inicio, lo que me encantó de estos métodos es que aun cuando yo quería bajar de peso, el principal objetivo era sentirme bien, mejorar mi relación con la comida, y sobre todo sentirme bien en mi cuerpo.

Finalmente, yo creo que lo que buscamos al querer bajar de peso es sentirnos bien con nosotras mismas. Y ese el verdadero objetivo de cuidarte, de cambiar la relación contigo y con tu cuerpo. Así que me viendo que mis objetivos estaban alineados con esta filosofía me di a la tarea de probar la alimentación intuitiva.

Hacer las paces con la comida

El inicio con la alimentación intuitiva me parece que es un poco díficil, pues después de haber hecho tantas dietas continuaba con las ideas de culpa, de voy a engordar, con miedos de comer y las limitaciones. Además, que siempre esta la idea de  “tengo que hacer la última dieta para bajar esos kilitos de más y después ya inicio bien con la alimentación intuitiva”. Todas estas ideas son constantes, pues ya llevaba muchos años con el mismo tipo de ideología y volverme a conectar con mi cuerpo fue un poco tardado.

Aunque viendo hacia atrás puedo decir que tampoco me llevo mucho tiempo, pues ya llevaba un buen rato adoptando mejores hábitos alimenticios y haciendo ejercicio. Simplemente es el deshacerse de todas las ideas de culpa, de no querer a mi cuerpo y mantener esa idea de que la restricción de alimentos puede traer un beneficio.

Si te interesa la alimentación intuitiva verás que se trata de respetar las señales de tu cuerpo, de comer todas esas cosas “prohibidas”. Ese es el incio, pues tienes que aprender a manejar esos miedos, y saber que el hecho de que se te antojen todas esas cosas es por que las consideras prohibidas.

En mi caso, el pan es el que me hacia sentirme culpable, pensaba que al comerlo iba a subir un kilo entero al día siguiente, y además tenía ese sentimiento de culpa de que no podía mantenerme alejada de él. Con la alimentación intuitiva, comencé a comer lo que mi cuerpo me pedía, PERO siempre siendo consciente de las señales de hambre, satisfacción o si lo quería como mecanismo para manejar mis emociones.

Eso es realmente hacer las paces con la comida, quitarte ese miedo, la culpa, y comerlo si realmente lo deseas. Es la única forma de sobrepasar ese mecanismo de respuesta de tu cuerpo y psicológico que generan las dietas. Los antojos y los atracones son el resultado de las prohibiciones y del mantener a tu cuerpo en constante restricción alimenticia o de calorías.

Una vez que aceptas que puedes comer todo lo que quieres cuando quieres, ya no existe ese deseo que rige tus acciones y emociones hacia la comida. Además, después de un tiempo comiendo así, me di cuenta que después de todo no sabían tan ricos todos esos panes o lo que se me antojaba.

Cuando le quitas la necesidad de comer a una comida, te darás cuenta que no era tan rica y después ni se te va a antojar tanto. En mi caso, a mi me gustaban mucho las papas de McDonalds, digamos que era mi placer culpable, después de un tiempo ya no me llaman la atención y de hecho en algunas ocasiones que llegamos a comer en McDonalds (dígamos que ya no es algo que hagamos frecuentemente), ya no las pido, sino que pido una ensalada. Créeme, puede parecer poco cierto o al menos yo nunca me imagine que iba a llegar a ese punto, fue cuando me di cuenta que realmente ya había hecho las paces con la comida. Me di cuenta que después de todo esta forma de alimentarte si funciona y lo mejor de todo, es que no me sentí privada o dejé de disfrutar mi comida.

Al contrario, ahora creo que disfruto muchísimo más la comida y realmente me doy el momento para saborearla.

Amas a tu cuerpo sin restricciones o esperando cambiarlo

Cuando estás en dietas constantes esperas ser feliz cuando alcances cierta talla o cierto peso, lo cierto con este tipo de pensamientos es que ese día nunca va a llegar. No porque no vayas a bajar de peso, sino más bien porque estás constantemente prestando atención a lo malo que tienes o como no tienes la talla que deseas. Aun cuando llegemos a lograr ese peso que queremos, cuando lo hagamos seguiremos con la misma mentalidad de querer el cuerpo “perfecto” o el cuerpo de otra persona (como la modelo o la actriz o alguna persona conocida), y por lo mismo no te darás cuenta que ya tienes el cuerpo perfecto. Seguirás en la lucha constante de mantener ese peso para ser feliz, aun cuando no lo eres pues estás concentrada en esa apariencia física perfecta.

La alimentación intuitiva me ayudo a aceptarme tal cual como soy, al quitar el objetivo de perder peso me sentí más libre y más liberada. Me quité la constante idea de querer cambiar mi cuerpo. Claro que hago ejercicio, claro que como bien, pero esto lo hago para cuidar mi cuerpo, no porque quiero cambiarlo. Mi enfoque cambió totalmente, de uno en donde quiero cambiarme a mi misma, hacia uno en donde hago las cosas porque me amo y porque quiero cuidarme.

Quería sentirme bien conmigo misma, con mi cuerpo, y eso únicamente lo logré cuando me quite la idea de que un número en la báscula era lo aceptable, cuando me quité la idea de que yo valgo por ser talla 5 (o cualquiera que sea la talla socialmente aceptable). Quité mi báscula del baño, ya no me peso diariamente y eso me quito un peso de encima. Ya no tengo ese miedo en la mañana al despertar de pensar si bajé o no de peso, o si subí porque comí algo “prohibido”.

No sabes la libertad que siento ahora de comer lo que yo quiero, sin miedo y sin culpas. Esto sin lugar a dudas se ve traducido en amar a mi cuerpo tal cual es. Como te digo sigo haciendo ejercicio pero ahora lo disfruto. En lugar de hacer cosas porque no te gusta tu cuerpo, lo cual te lleva a hacerlas como castigo, ahora las podrás hacer con una mejor actitud, disfrutándolas y sintiéndote bien.

Bajar de peso con la alimentación intuitiva

Como te lo mencionaba al inicio de este artículo, el objetivo de la alimentación intuitiva no es el bajar de peso. Sin embargo, una vez que aprendes a escuchar a tu cuerpo, respetar tu hambre y tu saciedad, comenzarás a ver que ya no dependes tanto de la comida para estar bien o sentirte bien. Comenzarás a eliminar el comer emocionalmente y disfrutarás más tus alimentos.

Esto sin lugar a dudas te dará buenos resultados en cuestión de perder el peso extra. Pero además, cuando tu cuerpo vuelve a funcionar naturalmente, notarás que tu metabolismo vuelve a la normalidad. Las dietas tienen un efecto en ti, en tu cuerpo y en tu metabolismo, al eliminarlas y confiar en ti misma, también estás confiando en que tu cuerpo trabaja adecuadamente. Confías en que no necesitas hacer algo extraordinario para bajar de peso, o para sentirte bien con tu cuerpo. Tu cuerpo responde a tus estados de ánimo, recuerda sin estrés no produces hormonas que alentan el metabolismo o que acumulan grasa, al mismo tiempo sin presión sin miedos, no comes emocionalmente.

La alimentación intuitiva te ayudara a manejar de mejor forma tus emociones y no a depender de la comida para hacerlo. Todo esto tendrá como resultado que tu alcances TU peso adecuado. No el de alguien más, sino el peso que es adecuado para ti.

Fue así como yo logré bajar esos kilitos de más, pero sobre todo aprendí a amar mi cuerpo totalmente y sin restricciones.

¿Que te parece? ¿Te gustaría intentar la alimentación intuitiva?

Si quieres ayuda, contáctame y veamos como podemos trabajar juntas. 

Te dejo otro artículo que habla acerca de la alimentación intuitiva y el hecho de que no sea una dieta.

Algunas imágenes fueron diseñadas por FreePik.

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