Todos experimentaremos algún tipo de heridas emocionales hasta cierto punto en nuestras vidas. El trauma emocional puede ser causado por eventos en cualquier aspecto de la vida. La pérdida de un amigo o familiar, una relación fallida o un divorcio, la pérdida del empleo o la pérdida de la estabilidad financiera pueden crear inestabilidad emocional y trauma. Un cierto fracaso o evento negativo en la vida puede obstaculizar nuestra capacidad de querer salir de nuestra zona de confort nuevamente.
¿Qué es trauma?
Lo cierto es que muchos o la mayoría tenemos esa idea de que el trauma es algo sumamente grave que ha pasado en la vida de las demás personas, es decir es algo que vemos que no puede aplicar a nosotros o a nuestras vidas. En realidad el trauma es mucho más común de lo que te imaginas y sus efectos pueden ser mucho más comunes de lo que en realidad reconocemos.
El trauma emocional y psicológico es el resultado de eventos extraordinariamente estresantes que rompen con tu sentido de seguridad y te hacen sentir indefenso en un mundo peligroso. Es por eso que para niños en donde su modelo de apego no es seguro, esto crea un ambiente en donde es fácil que el niño traduzca ciertos eventos como traumáticos.
Un trauma se puede definir como cualquier evento o incidente negativo significativo que nos moldeó. Puede surgir de cualquier instancia impactante que nos hizo sentir mal, asustados, heridos o avergonzados. Según esta definición, todos hemos experimentado algún grado de trauma en el proceso de crecimiento.
Dr. Lisa Firestone
Ejemplos de heridas emocionales
El trauma no se trata de la situación o el evento en sí mismo, sino en cómo interpretamos ese evento. Qué tan duro y qué tan inseguros nos hace sentir.
El trauma emocional puede dejarte luchando con emociones perturbadoras, recuerdos y ansiedad que no desaparecerán. También puede hacer que te sientas adormecido, desconectado de ti mismo (tanto física como emocionalmente) e incapaz de confiar en otras personas.
Las experiencias traumáticas a menudo implican una amenaza para la vida o la seguridad, pero cualquier situación que te deje abrumado y aislado puede resultar en un trauma, incluso si no implica daño físico. No son las circunstancias objetivas las que determinan si un evento es traumático, sino tu experiencia emocional subjetiva del evento. Cuanto más asustado e impotente te sientas, es más probable que quedes con un trauma.
Algunas situaciones comunes que pueden generar un trauma emocional son:
- Divorcio o ruptura de una relación
- Pérdida de salud
- Perder un trabajo
- Pérdida de estabilidad financiera
- Aborto espontáneo
- Jubilación
- Muerte de una mascota
- Pérdida de un sueño deseado
- La enfermedad grave de un ser querido o de uno mismo
- Pérdida de una amistad
- Pérdida de seguridad después de un trauma
- Vender la casa familiar
Trauma en la infancia
Lo cierto es que todos estamos expuestos a quedar traumatizados por ciertos eventos que suceden en nuestra vida diaria, pero es de vital importancia el comprender que hay personas que son más propensas a desarrollar traumas basado en los sistemas de apego y las circunstancias pasadas durante la infancia.
El trauma infantil puede resultar de cualquier cosa que interrumpa el sentido de seguridad de un niño, por eso es tan importante que desarrollemos un sistema de apego seguro para nuestros hijos. Algunos de los eventos que pueden conducir a un trauma infantil incluyen:
- Un entorno inestable o inseguro
- Separación de un padre
- Enfermedad seria
- Procedimientos médicos intrusivos
- Abuso sexual, físico o verbal
- Violencia doméstica
- Negligencia física o emocional
Experimentar un trauma en la infancia puede resultar en un efecto severo y duradero. Cuando el trauma infantil no se resuelve, una sensación de miedo e impotencia se traslada a la edad adulta, preparando el escenario para un trauma mayor.
Pero, es importante decir que no importa el tipo de trauma que hayas sufrido o cuánto tiempo lleves con él, lo que es importante es que ahora ya hay muchas más herramientas disponibles para ayudarte a sanar, superar el dolor, aprender a confiar y conectarse con los demás nuevamente, y recuperar tu sentido del equilibrio emocional.
Efectos del trauma
El trauma emocional puede afectarnos psicológica y físicamente. El trauma emocional puede hacer que nos separemos de nosotros mismos y de los demás. Puede crear mucha ansiedad, miedos e inseguridades que nunca supimos que existían.
El trauma causa un impacto en nuestras mentes, cuerpos y almas, lo que puede generar problemas emocionales en el futuro. Hay reacciones cognitivas, conductuales, físicas y psicológicas al trauma emocional.
El trauma emocional puede ser paralizante. Puede afectar nuestra motivación, autoestima y la capacidad de establecer relaciones saludables y duraderas con otras personas. El trauma emocional también puede provocar una falta de cuidado personal, no solo de higiene sino al establecimiento de límites y la capacidad de reconocer tus propias necesidades físicas y emocionales.
Podemos sentir como si estuviéramos dañados permanentemente y que nunca sanaremos. No importa que tanto tratemos por medios conscientes el reparar o cambiar estos comportamientos que en este momento nos dañan, es necesario realizar un proceso de sanación emocional que te permita finalmente traer un poco de seguridad y alivio mental y emocional.
Estas son algunas de las respuestas emocionales más comunes:
- Mayor excitación
- Trastorno de estrés postraumático
- Evitación de entornos sociales, amigos, seres queridos
- Sentimientos de ira o irritabilidad, reactividad
- Sentido de culpa y vergüenza
- Duelo y depresión
- La autoimagen y la visión del mundo se vuelven más cínicas.
- Las relaciones sexuales sufren
- Abuso de drogas y alcohol
El trauma emocional puede llevar a la dependencia de las drogas o el alcohol para adormecer todos y cada uno de los sentimientos. De hecho, las adicciones de muchas personas comienzan con algún tipo de trauma. Las drogas y el alcohol se utilizan a menudo como un mecanismo de supervivencia para ahogar los recuerdos y las emociones dolorosas. Las drogas y el alcohol solo crearán más problemas. Es solo una curita temporal para un problema temporal.
Después de un evento traumático, podemos sentirnos estancados en la neutralidad. Nos resulta casi imposible seguir adelante y continuar con nuestras vidas. Poner un pie delante del otro es mucho más fácil de decir que de hacer.
Después de experimentar un trauma emocional, muchos de nosotros podemos pensar en esa persona, lugar, cosa o situación de manera constante y frecuente. A menudo nos preguntamos si hubo algo que pudiéramos haber hecho de manera diferente que hubiera llevado a un resultado diferente. Nos castigamos por cosas sobre las que podemos o no tener control.
Aprender a dejar ir y el poder de la aceptación puede ser vital para sanar del trauma emocional. Primero debes permitirte la oportunidad de sanar. Puede haber algo dentro de tu cabeza que te dice que algo anda mal contigo. Es importante recordar que no lo hay. Este es el resultado de una respuesta relacionada con el trauma y los hábitos o comportamientos actuales son únicamente un mecanismo de defensa que te permitió sobrellevar esa situación y ese trauma. Tal vez el día de hoy ya no te sean útiles, pero es importante reconocer que en su momento te protegieron de alguna forma.
Cómo sanar el trauma emocional y sanar heridas emocionales
Es importante también decir que muchas veces no podemos hacer cambios en nuestros comportamientos o mejorar nuestra autoestima si no sanamos esas partes que han sido dañadas emocionalmente. Mucha gente viene conmigo después de haber intentando muchas cosas como meditación, perdonar, gratitud, lectura de cartas o sesiones de ángeles sin poder sentir que realmente se están moviendo hacia adelante.
Es crucial el darnos cuenta que gran parte de nuestros traumas y heridas emocionales se encuentran almacenadas en nuestro sistema nervioso, haciéndonos regresar a esos patrones de conducta que desarrollamos como un mecanismo de defensa, pero que el día de hoy ya no no son útiles.
Para comenzar a sanar es necesario crear un ambiente seguro tanto emocional como físico para que se lleve a cabo este proceso.
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Sanación Emocional en 6 Pasos: Descubre Tu Potencial de Transformación
Lamentablemente, no hay una varita mágica que nos ayude a sanar todas nuestras heridas emocionales y traumas del pasado. No importa en qué punto te encuentres en tu vida en este momento, ya sea que estés buscando mejorar tu salud mental, sanar heridas emocionales profundas o romper patrones de comportamiento dañinos, la clave está en el compromiso y el trabajo constante en tu proceso de sanación.
A medida que avanzas en este viaje, notarás que a medida que comienzas a sanar ciertas heridas o comportamientos, otras pueden surgir. Este proceso es similar a pelar una cebolla, capa por capa, exponiendo heridas ocultas y creencias limitantes hasta que llegues al núcleo de tu ser. No lo mencionamos para desanimarte, sino para que entiendas que es una parte normal del proceso. Con el tiempo, adquirirás las herramientas necesarias para enfrentar cada capa con mayor facilidad.
Aquí te presento mi proceso de sanación en 6 pasos, cada uno construyendo sobre el anterior para ayudarte a crear un espacio propicio para sanar en tu interior.
1. Despierta a la verdad del trauma: Reconociendo la herida
El primer paso hacia la sanación es reconocer que hay algo que necesita ser sanado. Es como encender la luz en una habitación oscura: no puedes moverte o cambiar lo que no puedes ver.
Reconocer que las heridas del pasado aún ejercen poder sobre tu vida es un acto valiente y esencial.
Incluso si al principio no está claro cómo estas heridas afectan tus relaciones, autoestima y bienestar físico, este reconocimiento inicial puede ser la chispa que te guíe de regreso a ti mismo.
2. Navega el laberinto interno – Iluminando el camino a través de la psicoeducación
El trauma a menudo genera una sensación abrumadora de imprevisibilidad y falta de control. Aquí es donde entra en juego la psicoeducación.
Al comprender los intrincados mecanismos de tu mente y cuerpo, identificar las señales de desregulación y aprender cómo tu sistema nervioso responde al estrés, obtienes una brújula para navegar este laberinto interno.
La psicoeducación ilumina el camino hacia la comprensión de que tu estado actual no es un defecto, sino una respuesta natural a situaciones de supervivencia.
3. Crea un refugio de seguridad: Restaurando la confianza en cuerpo y alma
El trauma puede dejar cicatrices profundas, haciéndote sentir inseguro en tu propio cuerpo y en tus relaciones con los demás. La restauración de esta sensación de seguridad es una etapa crucial para recuperar la conexión contigo mismo y el mundo que te rodea.
Este proceso implica trabajar directamente con tu sistema nervioso para desactivar las alarmas internas de peligro, incluso si son solo percepciones. Al crear un ambiente seguro, reconstruyes la confianza en ti mismo y en el mundo, allanando el camino hacia una sanación más profunda.
Te comparto una pequeña metáfora que te puede ayudar a comenzar a crear un poco de seguridad:
La experiencia de estar abrumado emocionalmente es similar a la de una botella de refresco agitada. Dentro de la botella hay una enorme cantidad de presión. La forma más segura de liberar la presión es abrir y cerrar la tapa de manera lenta, cautelosa e intencional para evitar una explosión. (Rothschild, 2010)
4. Reconecta con tu ser: Tejiendo los lazos entre emociones y tu cuerpo
El trauma tiende a desconectarnos, separándonos de nuestras emociones, de nuestro cuerpo y de los demás. En este paso crucial, se busca reconectar con tu ser a través de la sincronización de emociones y cuerpo.
Reconocer y permitirte sentir tus emociones, así como prestar atención a las sensaciones físicas en tu cuerpo, te guía hacia la reconexión.
A través de este proceso, aprendes a estar presente con esas emociones y sensaciones, lo que a su vez te permite regularlas y, finalmente, sanar.
5. Desarrolla la resiliencia interior: Aprendiendo a sintonizar tu sistema nervioso
La sanación completa abarca mente, sistema nervioso, cuerpo y emociones, y el sistema nervioso juega un papel esencial en esta transformación. La regulación de tu sistema nervioso se vuelve fundamental.
Aprender técnicas para sintonizar y regular tu sistema nervioso te permite recuperar el control y establecer un equilibrio interno necesario para la transformación duradera.
Este paso te brinda las herramientas necesarias para afrontar los desafíos con fortaleza y resiliencia.
6. Descubre tu verdadero yo, florece: Liberando tu potencial después del trauma
La conexión con tus emociones revela tu valía y la importancia del autocuidado. A medida que desarrollas prácticas que nutren tu ser, experimentas un crecimiento post-traumático.
Este crecimiento te lleva de regreso a tu verdadero yo, permitiéndote reconocer tus auténticos rasgos y otorgándote la confianza para expresarte plenamente.
En este proceso, floreces y finalmente liberas la luz interna que merece brillar, permitiéndote vivir una vida auténtica y plena.
Conclusión
Es importante recordar que la sanación del trauma emocional es un proceso. No es un cambio de la noche a la mañana, pero con la ayuda y el apoyo adecuados es posible superar el dolor que se siente y reducir los síntomas físicos, emocionales y mentales del trauma y del estrés crónico.
Algunas de las terapias que están cada vez más al acceso del público en general son:
- Hipnosis clínica
- Havening Techniques®
- Terapia somática
- Neurofeedback
- EMDR
- Yoga especializado en trauma
- EFT
- TFT (Thought Field Therapy)
- Core Transformation
Si quieres más ayuda te invito a que veas mi página de Hipnosis y Sanación Emocional en donde podemos trabajar en conjunto para sanar heridas emocionales de forma segura y sencilla.