¿Cansado(a) de solo sobrevivir?

Parece que todo me afecta más que a los demás. Luces, sonidos, conflictos… me dejan agotado y sobreestimulado.

Reacciono de manera explosiva o me desconecto por completo ante situaciones que, en frío, parecen simples.

Siento que mi cuerpo es un campo de batalla, lleno de tensión, dolores inexplicables y un nudo permanente en el estómago.

Intelectualmente, sé que estoy a salvo, pero mi cuerpo sigue actuando como si estuviera en peligro. La razón y la emoción viven en universos separados.

He leído mucho sobre autocuidado, pero nada calma la sensación de fondo de que hay “algo mal” en mí.

Interrumpir el ciclo de reactividad automática y responder desde la calma, no desde el piloto automático del miedo.

Entender el porqué biológico de tus reacciones (tu amígdala, tu sistema nervioso, tu ventana de tolerancia) para dejar de culparte y empezar a sanar.

Aplicar técnicas somáticas sencillas pero poderosas para liberar la tensión atrapada en tu cuerpo y reducir la ansiedad física de forma inmediata.

Transformar tu alta sensibilidad (PAS) de una fuente de abrumo en tu mayor superpoder para la intuición y la conexión profunda.

Desarrollar una relación compasiva contigo mismo, reemplazando la crítica cruel con un diálogo interno de apoyo y entendimiento.

Sentirte seguro dentro de tu propia piel, reconectando con una sensación de paz y pertenencia que creías perdida.