En muchas ocasiones debido a la forma en la que crecimos, las heridas emocionales que hemos sufrido y algunas situaciones en nuestra vida adulta nos hacen inconscientemente crear un sistema de creencias que nos impide sentirnos valiosos o sentir que merecemos ser amados, escuchados o simplemente ser nosotros mismos. 

Cuando hemos crecido en ambientes tóxicos o con algún tipo de violencia una de las creencias que se crea dentro de nuestro interior es la de que hay algo malo con nosotros mismos. 

Claro que esta idea es posible no seamos conscientes de ella, al menos cognitivamente o tal vez hemos racionalizado que esto no es posible vivir con ese tipo de creencia o tal vez no la reconozcamos en nosotros. Pero hay algo que nos lo hace sentir, tal vez cuando estamos en una situación específica, como en el trabajo o en una relación de pareja. 

Alguien nos dice algo o somos incapaces de realizar una tarea sin errores e inmediatamente tenemos esta sensación en nuestro cuerpo que nos lleva a pensar que hay algo mal con nosotros, algo que debemos arreglar, algo que nos separa de los demás. 

¿Y sí no hubiera nada malo contigo? 

El hacerte esta pregunta tal vez no cambie nada inmediatamente te dará el espacio para que puedas reflexionar un poco, y comenzar a explorar en tu interior la verdad que hay en ti. 

Esto por supuesto no quiere decir que seamos perfectos, pero en nuestro propio proceso de sanación nos podemos dar cuenta que no es necesario serlo. 

Esto también significa que aun cuando existan estas ideas de que hay algo malo con nosotros, nos podemos ofrecer un poco de compasión hacia nosotros mismos. 

Algo que es sumamente importante para mí con mis clientes es ayudarles a crear una actitud de exploración compasiva, es decir, detenerte y explorar qué es lo que sucede en tu interior, por qué reaccionas cómo lo haces o de dónde vienen esas características tuyas que deseas en este momento cambiar. 

Esto te ayuda no solo a detener ese crítico interior, si no a comprender que gran parte de lo que deseamos cambiar es en realidad un mecanismo de defensa, algo que surgió como un mecanismo para ayudarte a sobrevivir en un momento de tu vida en donde no te sentías seguro, puede ser física o emocionalmente, y esto nos abre una gran oportunidad de cambiar no solo las creencias negativas, sino de cambiar los patrones y comportamientos limitantes. 

Auto-aceptación

El continuamente recordarte y preguntarte

¿Y sí no hay nada malo conmigo?

Es una práctica que con el tiempo te ayudará a desarrollar la aceptación por ti mismo, es así como podemos comenzar a desarrollar un amor propio hacia ti mismo.

Para mí esto es como construir nuestro hogar con cimientos realmente firmes, comenzando con pequeñas cosas que nos ayudan no solo a amarnos incondicionalmente, sino a construir una autoestima y confianza en nosotros mismos más firme.

Ese es el verdadero proceso de sanación, el abrir el espacio en tu interior para cuestionar tus propias creencias limitantes, y entender tus mecanismos de defensa y de protección, así esa compasión surge de forma natural.

Esto y la ayuda del trabajo con tu sistema nervioso te ayudará a aprender a regular tus emociones y comenzar a crear en tu interior un espacio en donde sea seguro para ti explorarte desde el interior y mostrarte al mundo como realmente eres.

Un ser pleno, amoroso y que merece sentirse amado, visto, escuchado y aceptado.

Comienza contigo, comienza a darte un poco de compasión y entendimiento y poco a poco el amor incondicional se comenzará a sentir fuertemente en tu interior.