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Sanación Emocional Profunda: El Poder de Reconocer tus Heridas

Reconociendo tus heridas - Angie Ramos Sanacion Emocional

El primer paso hacia la sanación es reconocer que hay algo que necesita ser sanado. Es como encender la luz en una habitación oscura: no puedes moverte o cambiar lo que no puedes ver. Reconocer que las heridas del pasado aún ejercen poder sobre tu vida es un acto valiente y esencial. Incluso si al principio no está claro cómo estas heridas afectan tus relaciones, autoestima y bienestar físico, este reconocimiento inicial puede ser la chispa que te guíe de regreso a ti mismo.

¿Qué es una herida emocional o trauma?

Antes de profundizar en este primer paso, es crucial entender qué son las heridas o traumas emocionales. En pocas palabras, son experiencias dolorosas o eventos traumáticos que han dejado una marca en tu bienestar emocional y mental. Estas heridas pueden ser causadas por diversas situaciones, como abuso emocional o físico, negligencia, pérdida de un ser querido, relaciones disfuncionales, o cualquier evento que te haya dejado sintiéndote herido, asustado o vulnerable.

Descubre cual es tu herida emocional de la infancia

¿Por qué es tan importante reconocer estas heridas?

Imagina que tienes una herida física, como un corte profundo en el brazo. Si no lo reconoces, no puedes tratarlo adecuadamente y correrás el riesgo de una infección grave. Del mismo modo, las heridas emocionales no tratadas pueden causar un daño profundo a lo largo del tiempo.

Contrariamente a lo que se piensa, nuestra infancia juega un papel importante en nuestra salud física, emocional y mental en nuestra vida adulta. Las investigaciones demuestran cómo el haber experimentado Experiencias Adversas en la Infancia nos hace más propensos a sufrir enfermedades mentales, y físicas.

De hecho, gran parte de nuestros comportamientos, sobretodo aquellas formas en las que reaccionamos, nuestra autoestima, nuestro patrones de apego, la forma en la que nos comunicamos, los límites y hasta nuestro cuidado propio se ven afectados cuando hemos sufrido algún tipo de trauma emocional.

La mayoria de nosotros heridas - Angie Ramos Hipnosis y Sanacion Emocional

El poder de la autoconciencia

Reconocer estas heridas es un acto de autoconciencia. Significa estar dispuesto a mirar dentro de ti mismo y aceptar que, al igual que cualquier otra persona, has experimentado dolor y dificultades en la vida.

El darnos el espacio para reconocer cómo nuestros comportamientos o los síntomas no resueltos del trauma nos han afectado puede no ser tan fácil para muchos, debido a que un síntoma muy común del trauma es la desconexión de nosotros mismos y de nuestras emociones.

Esto no significa que no puedes sanar y sentirte mejor si no reconoces o aceptas todo tu trauma, todo lo contrario, de hecho, para poder trabajar en la sanación emocional de forma profunda se recomienda ir poco a poco, trabajando con el sistema nervioso y reconectando poco a poco con tu cuerpo y con las emociones de forma progresiva, de lo contrario sería demasiado para nosotros el tolerar todas esas emociones que hemos tratado de ignorar por tanto tiempo.

En mi Reto Regresando a ti, te llevo de la mano a través de mi proceso de 6 pasos para sanar profundamente:

  1. Despierta a la verdad del trauma: Reconociendo la herida
  2. Navega el laberinto interno – Iluminando el camino a través de la psicoeducación
  3. Crea un refugio de seguridad: Restaurando la confianza en cuerpo y alma
  4. Reconecta con tu ser: Tejiendo los lazos entre emociones y tu cuerpo
  5. Desarrolla la resiliencia interior: Aprendiendo a sintonizar tu sistema nervioso
  6. Descubre tu verdadero yo, florece: Liberando tu potencial después del trauma

Esta autoconciencia no solo es valiente, sino que es el primer paso para tomar el control de tu bienestar emocional.

A diferencia del simple estrés, el trauma cambia la visión de tu vida y de ti mismo. Destruye tus suposiciones más básicas sobre ti mismo y tu mundo – “La vida es buena”, “Estoy a salvo”, “La gente es amable”, “Puedo confiar en los demás”, “Es probable que el futuro sea bueno” – y reemplaza con sentimientos de: “El mundo es peligroso”, “No puedo ganar”, “No puedo confiar en otras personas” o “No hay esperanza”.

Mark Goulston MD

Las señales de las heridas no resueltas

A veces, el trauma no sanado pueden esconderse bajo la superficie, y puede que no seas consciente de su influencia en tu vida diaria. Aquí hay algunas señales que podrían indicar que tienes heridas emocionales no resueltas:

  1. Relaciones problemáticas: Si encuentras patrones recurrentes en tus relaciones, como la elección de parejas que te lastiman de manera similar o la incapacidad de confiar en los demás, podrían ser indicadores de heridas emocionales.
  2. Baja autoestima: Sentir que no eres lo suficientemente bueno, digno o valioso es un signo común de heridas emocionales. Estas creencias negativas sobre ti mismo pueden afectar todos los aspectos de tu vida.
  3. Dificultad para regular las emociones: Las heridas emocionales pueden desencadenar respuestas emocionales exageradas o inapropiadas ante situaciones cotidianas.
  4. Síntomas físicos inexplicables: A veces, las heridas emocionales no resueltas pueden manifestarse como problemas de salud física, como dolores crónicos o problemas gastrointestinales.

 

El papel de la negación y la minimización

Es importante destacar que a menudo negamos o minimizamos nuestras heridas emocionales. La negación puede ser una estrategia de afrontamiento, ya que enfrentar el dolor emocional puede ser aterrador. Sin embargo, esta negación también puede mantenernos atrapados en ciclos de sufrimiento innecesario.

La negación y la minimización del trauma y las emociones son mecanismos de defensa comunes que, aunque pueden ofrecer cierto alivio a corto plazo, a menudo obstaculizan el proceso de sanación emocional a largo plazo. Aquí te explico algunas razones clave por las que estos mecanismos pueden ser perjudiciales:

  1. Supresión de Emociones: Negar o minimizar el trauma y las emociones significa evitar enfrentar los sentimientos dolorosos o abrumadores. Esto puede llevar a la supresión de emociones, lo que impide que las personas procesen adecuadamente lo que han experimentado. Cuando las emociones se reprimen, tienden a resurgir de manera incontrolable en momentos inoportunos, lo que puede generar aún más estrés y ansiedad.
  2. Falta de Conciencia: La negación y la minimización a menudo significan que una persona no está consciente de la verdadera magnitud del trauma o la profundidad de sus emociones. Sin esta conciencia, es difícil abordar los problemas de manera efectiva y tomar medidas para sanar. Ignorar el problema no lo hace desaparecer.
  3. Persistencia del Dolor: La negación y la minimización pueden mantener el dolor emocional intacto. El trauma y las heridas emocionales no sanan por sí solos. Requieren atención y procesamiento. Al minimizar o negar el trauma, una persona puede quedarse atrapada en un ciclo de sufrimiento prolongado en lugar de avanzar hacia la sanación.
  4. Impacto en las Relaciones: Estos mecanismos de defensa también pueden afectar las relaciones personales. Cuando una persona no reconoce o minimiza su propio trauma, es menos probable que pueda comunicar sus necesidades y emociones de manera efectiva a los demás. Esto puede dar lugar a malentendidos, conflictos y relaciones interpersonales dañadas.
  5. Barrera para el Apoyo: La negación y la minimización pueden dificultar que las personas busquen el apoyo que necesitan. Pueden pensar que no tienen derecho a buscar ayuda o que su trauma no es lo suficientemente importante como para justificarlo. Esto puede evitar que se conecten con terapeutas, consejeros o grupos de apoyo que pueden ser vitales en el proceso de sanación.
  6. Efectos en la Salud: La supresión crónica de emociones puede tener efectos negativos en la salud física y mental. Puede contribuir al estrés crónico, la ansiedad, la depresión y problemas físicos como trastornos gastrointestinales o cardiovasculares.

Aceptar y reconocer el trauma, así como permitirse sentir y procesar las emociones asociadas, son pasos fundamentales hacia la recuperación y el bienestar emocional. Buscar apoyo profesional, como terapia o consejería, puede ser esencial para ayudar en este proceso.

 

Incluso en momentos de trauma, tratamos de mantener una sensación de normalidad hasta que ya no podemos. Eso, amigos míos, se llama sobrevivir. No es sanación. Nunca volvemos a estar completos… somos sobrevivientes. Si estás aquí hoy… eres un sobreviviente. ¿Pero aquellos de nosotros que hemos atravesado el infierno y seguimos en pie? Llevamos un nombre diferente: guerreros.

Lori Goodwin

Rompiendo el ciclo

La buena noticia es que reconocer estas heridas es el primer paso hacia la curación. Al igual que un explorador que traza un mapa de un territorio desconocido, reconocer tus heridas te permite comprender mejor cómo te han afectado y cómo han influido en tu vida.

Cómo puedo ayudarte

Mi enfoque en este proceso de sanación es proporcionarte las herramientas y el apoyo necesarios para explorar estas heridas emocionales de manera segura y compasiva. Juntos, identificaremos cómo estas heridas han influido en tu vida y trabajaremos en estrategias efectivas para sanarlas. A través de la terapia, la reflexión y el autocuidado, encontrarás la fuerza interior para enfrentar estas heridas y comenzar el viaje hacia una vida más saludable y equilibrada.

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