Rechazar significa resistir, despreciar o rechazar, lo que puede traducirse en “no gustar” algo o alguien. Esta herida de rechazo puede ser causada por padres que rechazan a sus hijos o, a veces, porque los niños se sienten rechazados por los padres, incluso cuando los padres los aman y no los han rechazado, al menos conscientemente.
Esta herida puede surgir cuando eras niño, y tus padres no te respondieron cuando te acercaste para conectar o no respondieron a tus necesidades.
El rechazo de la familia de origen, típicamente el rechazo de los padres, puede consistir en abuso, abandono, negligencia o la negación del amor y el afecto.
Rechazo social: este tipo de rechazo puede ocurrir a cualquier edad y, a menudo, puede comenzar en la niñez. El rechazo social puede incluir el acoso y la alienación en la escuela o el lugar de trabajo, pero también puede extenderse a cualquier grupo social. Aquellos que desafían el status quo o que viven lo que se considera “fuera de la norma” para su sociedad pueden ser más propensos al rechazo social.
Rechazo en una relación: las personas pueden experimentar rechazo mientras están saliendo o en una relación. Por ejemplo, una persona puede negarse a compartir un evento o experiencia con una pareja, retener el afecto o la intimidad, o tratar a una pareja como si esa persona no fuera más que un conocido casual. Cuando una persona decide terminar una relación, esto también puede hacer que la otra pareja se sienta rechazada.
Rechazo romántico: el rechazo puede ocurrir cuando una persona invita a otra a salir y se le niega. Si bien esto también puede conocerse como rechazo sexual, es posible que la persona que es rechazada románticamente no siempre esté interesada en una relación sexual.
Todas las formas de rechazo pueden doler, y cuando el rechazo lo realiza un ser querido de confianza, puede afectar profundamente la autoestima y la confianza en uno mismo.
Estos rechazos te hicieron sentir que no eras digno de ser amado o incluso agradable, y que había algo mal contigo que hacía que otras personas no quisieran conectarse contigo.
El sanar esta herida te ayudará a esperar que la gente te acepte y les gustes.