Frecuentemente comemos por otras razones diferentes a la de saciar nuestra hambre física y nutrir nuestro cuerpo. Una de las razones más comunes es la de comer para aliviar o evitar el manejar una emoción. Esto es realmente el comer emocional. Aun cuando sabemos que culturalmente la comida forma gran parte de nuestras vidas, y muchas veces tendemos a celebrar con comida y compartirla con amigos y familiares. La comida es algo que también utilizamos para saciar nuestros sentimientos de miedo, soledad, aburrimiento, insatisfacción o simplemente para mantenernos despiertas.

¿Cómo te sientes tu alrededor de la comida? ¿Tiendes a recurrir a la comida sin pensarlo, aun cuando a lo mejor la estés confundiendo con sed o cuando no tienes hambre? Lo cierto es que tendemos a juzgarnos cuando tenemos hambre, tratamos de controlarla de más o pensamos que el hecho de no poder mantenernos a dieta es una cuestión de falta de autocontrol. En realidad, los bioquímicos han comprobado que la digestion crea una reacción en cadena en nuestro organismo, que altera los niveles hormonales, e induce a nuestro cuerpo a generar neurotransmisores, lo cual puede hacer que cambiemos la forma en la nos sentimos y lo que pensamos.

Comida como mecanismo de alivio emocional

El principal problema de hoy en día, es que al tener un acceso tan cercano y rápido (y hasta barato) a la comida de baja calidad, que tendemos a utilizarla para manejar nuestra emociones. Por ejemplo si estamos estresadas es mu fácil que compremos una barra de chocolate para sentirnos mejor (aun cuando solo sea por un momento) o comernos una pizza cuando estamos muy cansadas o aburridas.

Esto aunado con el problema de no ser capaces de ser conscientes de la forma en la que nos sentimos constantemente, nos crea la tendencia de recurrir constantemente a la comida como método para sentirnos mejor.

Es por esto que es tan importante determinar si tú estás utilizando la comida como medio para manejar tus emociones, pues esto es el primer paso para que te des cuenta de qué es lo que está sucediendo y lo puedas cambiar. El objetivo es que logres darte cuenta de tus emociones antes, durante y después de comer, y con esto poder optar por otros medios más saludables para el manejo de tus emociones.

El resultado de este proceso de trabajo contigo misma no es el de controlar lo que comes, o crear más reglas alrededor de la comida, sino más bien el desarrollar la habilidad de reconocer tus emociones, elegir un método saludable para manejarla y disfrutar realmente la comida, más allá de utilizarla como un mecanismo de alivio.

Realiza el test y descubre si eres un comedor emocional

El test fue creado por la Universidad Autónoma de Barcelona como validación de un cuestionario de comedores emocionales para uso en casos de obesidad.