El cuidado propio es imprescendible para tener un equilibrio en tu vida, para sentirte bien y para ser feliz. Sobre todo el cuidado de ti misma te hace darte cuenta que es importante dedicarte tiempo no sólo para sentirte bien físicamente, sino para sentirte bien emocional y mentalmente.
A veces pensamos que el cuidado propio es únicamente conscentirte y darte un masaje o algo que te guste hacer, pero en realidad el cuidado de ti misma incluye otras cosas que son muy importantes para tu bienestar en general.
Acéptate a ti misma. Quiérete a ti misma, así como eres. Tu mejor trabajo, tus mejores movimientos, tu alegría, tu paz y tu sanación llegan cuando te amas a ti misma. Le das un gran regalo al mundo cuando haces eso. Le das a los demás permiso para hacer lo mismo: amarse a sí mismos. Llénate de amor propio. Disfrútalo y relájate como lo harías con la luz del sol.
¿Por qué es importante el cuidado propio?
A veces la vida se vuelve tan caótica, nos volvemos tan ocupadas que la principal cosa que descuidamos es a nosotras mismas. Se piensa que si te tomas un momento para cuidarte o para relajarte es egoísta y hasta es mal visto. Pero lo importante que debes darte cuenta es que si no te cuidas no podrás ser tan productiva como tu quisieras, o tan paciente como lo eres normalmente o simplemente dejas de disfrutar la vida.
Te ayuda a evitar que te sientas desgastada
¿No te ha pasado? que después de mucho tiempo de estrés o con demasiadas ocupaciones o preocupaciones te sientes totalmente exhausta. Bueno esto es totalmente normal, pues el estrés es causante de muchas enfermedades como ansiedad y hasta presión arterial alta. Claro que estos casos son cuando se ha pasado un tiempo prolongado en una situación en donde no te das el tiempo necesario para relajarte, descansar y darte lo que necestias.
El cuidado propio en estos momentos de gran estrés o con mucha presión, ya sea por el trabajo u otras situaciones es primordial para que tú puedas mantener la calma y reacciones de manera apropiada. Es más, hasta te puede ayudar a que seas más productiva y que no te estés de malas o que tiendas a tener otros hábitos no tan positivos para ti.
Date el tiempo de descansar y relajarte, esto te ayuda física y mentalmente.
Te ayuda a ser más productiva y eficiente
Cuando estás descansada tu mente está también relajada, puedes enfocarte más y hasta eres más creativa. El alimentarte bien, el descansar, sentirte relajada te ayuda a tener más energía para hacer las cosas que debes y hasta te permitas experimentar nuevas cosas. Además, cuando incluyes una rutina de cuidado propio te permites también ser más resistente a las situaciones externas. ¿Qué quiere decir eso? Pues que sin importar las circunstancias que se te presenten, los problemas y cosas que están fuera de tu control podrás mantener la calma, serás más resistente al estrés y tendrás mayor capacidad de responder a los problemas.
Te ayuda a tener relaciones personales más equilibradas
Las relaciones personales empiezan contigo mismo. El cómo te trates establece una línea base de cómo permites que los demás te traten. Tú eres las principal responsable de tu cuidado propio, de amarte y de mostrarle a la demás gente ese amor y ese respeto que tienes por ti misma.
¿Sabes que el hacer cosas que te gustan te ayuda a tener mejor autoestima? Si, cuando haces las cosas que amas entonces te sientes bien, eres capaz de reconocer que eres buena en eso que haces y eso incrementa tu confianza y el amor por ti misma. Cuando te sientes bien contigo misma es más probable que puedas tener relaciones personales sanas y perdurables.
Evalúa cómo reaccionas cuando te sientes estresada
Es importante darte cuenta de cómo reaccionas cuando estás cansada, o te sientes estrasada o sabes que te has descuidado últimamente. Esto te hará reconocer cuando estés en una situación difícil cuando sea necesario que te tomes un repiro y descanses. Recuerda que muchas veces nos dejamos llevar por las demandas de nuestro trabajo, nuestra vida familiar, amigos y nuestros propios objetivos, y no nos damos cuenta que es necesario descansar para poder seguir atendiendo todos los aspectos de nuestra vida como se debe.
A mi en lo personal me pasa que cuando ya estoy muy cansada y me sigo presionando por cumplir algunas metas y objetivos que me he propuesto, tiendo a ponerme de malas o a no controlar tan bien mis emociones. Ahora me puedo dar cuenta más fácilmente y saber qué es necesario que me tome un break si lo que quiero es continuar trabajando hacia esos objetivos. Además, también puedo darme cuenta que soy menos paciente, sobre todo con mis hijas que son las personas que más quiero, así que es mejor que me atienda si quiero atenderlas como se merecen y no de acuerdo a mi estado de humor.
Yo sé que muchas mamás la tienen difícil, pues algunas no contamos con apoyo familiar por vivir muy lejos, y muchas de nosotros también tenemos que apoyar a nuestros esposos cuando están fuera de casa viajando. Estos son los días que hay que ser mucho más paciente y compasivas con nosotras mismas pues la carga de trabajo y de repsonsabilidad recae únicamente en nosotros.
Para identificar tus habilidades y los mecanismos que utilizas para manejar las situaciones difíciles o cuando ya necesitas un respiro, es necesario que te hagas las siguientes preguntas:
¿Cómo atiendes típicamente a las demandas de tu vida diaria?
¿Sabes identificar cuando es necesario que te tomes un respiro o descanses?
Cuando te estresas, te encuentras en una situación difícil o tienes problemas
¿Cómo reaccionas? ¿Qué mecanismos utilizas para afrontar esas situaciones o los retos en general?
Puedes utilizar estrategias de afrontamiento positivas o negativas, en seguida te doy algunos ejemplos de ellas. Elije cuáles son las que tú utilizas más.
Estrategias positivas
- Respirar profundamente
- Estiramientos o hacer yoga
- Meditar
- Escuchar música
- Hacer ejercicio
- Leer
- Caminar
- Una ducha caliente o estar en la tina por un rato
- Socializar con amigos
- Salir a la naturaleza y relajarse
- Hacer tu actividad preferida o tu hobbie preferido
Estrategias negativas
- Gritar
- Actuar agresivamente
- Comer de más
- Tomar alcohol en exceso
- Fumar
- Morderte las uñas
- Utilizar drogas
- Dejar de comer
- Aislarte
- Conducir rápido y sin cuidado
Trata de ser honesta contigo misma, esta evaluación es simplemente para que te des cuenta en qué momentos es necesario que tomes un tiempo para cuidarte a ti misma y que tomes la decisión de elegir otros métodos para manejar estas situaciones y tus emociones.
Hábitos para tu cuidado propio
Después de haber hecho el análisis anterior, es recomendable que establezcas una rutina de actividades que te permitan cuidarte adecuadamente en todas las áreas.
Cuidado físico
El cuidado físico involucra todo lo que necesitas para sentirte bien físicamente. Por ejemplo el comer bien, elegir alimentos que realmente te nutran y no comer emocionalmente. Hacer alguna actividad física, como te lo he mencionado antes. El ejercicio físico también te ayuda mentalmente pues tu cuerpo produce endorfinas y te ayuda a manejar de mejor el estrés. El hecho de que asistas al médico para hacerte chequeos anuales también es parte de ese cuidado físico y el cuidar a tu cuerpo.
Cuidado emocional
Tus emociones son energía en movimiento, y aunque tus emociones no son tú, es importante que les prestes atención. Yo siempre digo que las emociones son tu sistema de navegación, es decir de acuerdo a la forma en la que te sientes puedes saber si algo anda mal o si hay algo a lo que le debes prestar atención para solucionarlo.
Como parte de tu cuidado emocional es bueno que puedas desarrollar la inteligencia emocional, que te permitirá prestar atención a lo que sientes y a manejarlo de forma apropiada. Además adopta prácticas que te permitan permanecer en el momento presente y no estar atada al pasado o estresada por lo que sucederá en el futuro. Utiliza la meditación, la atención plena o mindfulness, y técnicas de respiración que te ayuden a manejar tus emociones y sentirte más tranquila.
Cuidado espiritual
Tu cuidado espiritual no significa que te afilies a alguna religión o algo parecido, simplemente que mantengas prácticas que te hagan sentir bien desde adentro y que te conecten contigo misma y no con tu personalidad. La meditación y la atención plena son algunas de las más eficaces y más recomendadas. Siempre digo que si quieres mejorar tus emociones y tu comportamiento es necesario que dediques tiempo a cuidarte espiritual y mentalmente y las herramientas más eficaces para esto son la meditación. Desde mi punto de vista es el camino más corto.
Pero también hay otras cosas que puedes hacer para sentirte bien, por ejemplo la aromaterapia, el limpiar tu espacio personal y consentirte un poco.
Cuidado mental
Parece que este tipo de cuidado es de los más descuidados, simplemente porque no tenemos el hábito de hacerlo o no le prestamos atención. Cuando escuchamos cuidado mental nos imaginamos ir al psicólogo o algo así, pero en realidad es sólo prestarte atención a esa parte tan tuya que es tu mente. ¿Cómo lo puedes hacer? Con cosas muy sencillas como decir que NO a cosas que no quieres hacer. Aunque no lo creas es de las mejores formas para reducir el estrés. Pero también involucra el tomarte tiempo para hacer cosas para ti, para disfrutar. Cosas como leer, como disfrutar un poco de paz y silencio, puedes también tomarte un tiempo para escribir en un diario personal, aprender nuevas cosas y hasta ir con un coach de vida que te ayude a incrementar tu satisfacción y felicidad en tu vida en general.
En una hoja escribe, por cada área de cuidado propio las estrategias que utilizas actualmente y después las actividades que quieres adoptar.
¿Qué te parecieron estos consejos? ¿Te dieron ganas de iniciar con tu rutina de cuidado propio?
Cuéntame de qué formas te cuidas a ti misma.
Te dejo algunos otros consejos de cómo mejorar tu cuidado propio.
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