Hoy te voy a hablar de un tema que es sumamente importante para mí, pues el descubrir que yo era una persona altamente sensible realmente cambió la forma en la que me veía a mi misma y el mundo, pero mucho más profundo que eso, fue que me ayudó a cambiar la forma en la que criaba a mi hija mayor.
El descubrir que yo era una PAS sucedió de forma casi por casualidad, todo esto se dio por estar buscando formas de mejorar la relación con mi hija y tratarla de entender un poco más. Gracias a al libro “La persona altamente sensible” de Elaine Aaron, la científica que realizó la investigación acerca de las PAS pude comprender que no solo mi hija era altamente sensible, sino que yo también lo era y esto me ayudó a entender muchas cosas acerca de cómo nos comportamos, como percibimos al mundo y porque a veces se siente tan abrumador ciertos ambientes o situaciones.
Hoy te comparto acerca de lo que es ser altamente sensible porque si tú lo eres te ayudará a entenderte más y hacer cosas para regular tu sistema nervioso que te ayuden a salir del estrés y el sentirte abrumado constantemente.
¿Qué es ser una Persona Altamente Sensible (PAS)?
Lo cierto es que si has escuchado del tema o el término se suele pensar que somos personas extrañas o que lloramos demasiado, yo misma no había comprendido por qué algunas cosas eran más estresantes o me veía afectada por olores, o por sensaciones que otras personas consideran normales.
Contenido del post
Ser una persona altamente sensible (PAS) es tener una sensibilidad emocional y sensorial más elevada que la media. Las personas altamente sensibles experimentan el mundo de una manera más profunda y significativa, siendo especialmente receptivas a estímulos emocionales, sensoriales y ambientales. Esto puede manifestarse en una mayor intensidad emocional, una sensibilidad exquisita a los detalles sensoriales, una empatía profunda hacia los demás y una tendencia a sentirse abrumado/a fácilmente por el entorno.
Las personas altamente sensibles suelen ser perceptivas ante los cambios sutiles en el ambiente, siendo capaces de captar energías y emociones de quienes les rodean. Además, pueden sentirse fácilmente abrumadas por estímulos sensoriales como luces brillantes, ruidos fuertes o texturas específicas. Su profundidad emocional les permite experimentar las emociones con una intensidad excepcional, lo que puede llevarles a sentirse más afectados por situaciones estresantes o conflictivas.
Las imágenes, los sonidos, los olores y otras formas de información sensorial pueden causar una experiencia intensificada para los PAS. Un sonido que es apenas perceptible para la mayoría de las personas puede ser muy perceptible o incluso doloroso.
Ser altamente sensible no es una debilidad, sino más bien una característica inherente a la forma en que estas personas interactúan con el mundo. Aunque puede suponer desafíos adicionales, también puede ser una fuente de fortaleza y creatividad. Reconocer y aceptar la sensibilidad propia es el primer paso hacia el autodescubrimiento y el crecimiento personal.
Características de los PAS
Las personas altamente sensibles tienen un sistema nervioso sensible, por lo que absorben y procesan más información que el promedio, y reflexionan sobre ello más profundamente. Este rasgo a menudo se confunde con introversión o el ser demasiado emocional, pero a través de las investigaciones se han podido dar cuenta que la alta sensibilidad no está relacionada con esas características que pensamos.
Asimismo, este término se puede confundir con debilidad, insociabilidad, inseguridad, miedo, neuroticismo, depresión o ansiedad. Sin embargo, las personas altamente sensibles a menudo son personas altamente capaces, diligentes y conscientes, que están más en sintonía con su entorno y los sentimientos de los demás que la mayoría de las personas.
Ser una persona altamente sensible implica más que solo ser sensible a los estímulos. Otras características incluyen:
- procesar estímulos ambientales más profundamente
- ser más emocionalmente reactivo a comportamientos de inhibición
- ser más fisiológicamente reactivo a comportamientos de inhibición
- tener una actividad más fuerte del sistema nervioso en situaciones estresantes
- tener respuestas emocionales más fuertes (tanto positivas como negativas)
- ser fuertemente perceptivo de las diferencias sutiles
- tener una baja tolerancia a altos niveles de entrada sensorial
- tener un umbral de dolor bajo
Ser una persona altamente sensible es como tener el corazón desnudo ante el mundo, donde cada emoción se siente con una intensidad abrumadora. Es caminar por la vida con una piel más fina, absorbiendo cada vibración del universo con una profundidad que pocos pueden comprender. Pero en esa sensibilidad también reside una belleza única, una capacidad de conexión profunda con el mundo y una empatía que trasciende lo común. Ser altamente sensible es un regalo y un desafío, una invitación a explorar el mundo desde lo más profundo del alma.
La alta sensibilidad y el trauma emocional
No siempre es fácil reconocer a una persona altamente sensible, de hecho, muchas personas no son conscientes de que tienen este rasgo. Como te mencioné al inicio yo misma no conocía el término, y aunque sabía que había ciertas diferencias en mi forma de percibir ciertas cosas, no era tan claro.
Según Elaine Aron, PhD, la característica principal de la alta sensibilidad es una profundidad de procesamiento. Esto significa que las personas altamente sensibles absorben más información de su entorno que otros y la analizan más profundamente, a menudo inconscientemente.
El ser PAS está vinculado al trauma emocional, no porque el trauma te haga desarrollar la alta sensibilidad, sino porque debido a que procesas más información esto puede llevar más a la desregulación del sistema nervioso. Por esta razón es más probable que como PAS desarrollemos algún tipo de trauma emocional, lo cual además de toda la información que estamos procesando lleva a nuestro sistema nervioso a estar más activado y en supervivencia.
Además, es un hecho que el ser altamente sensibles nos puede hacer más propensos a sufrir trauma emocional, sobretodo en la infancia, pues como niños sensibles absorbemos más información y necesitamos más apoyo para procesar esas emociones.
Por supuesto, que el poder sanar a nuestro sistema nervioso tiene un gran impacto en todas las personas pero más en nosotros los PAS, nos ayuda a conectar de mejor forma con estas características especiales y ser capaces de disfrutar la vida a través de nuestra alta sensibilidad, con una empatía mayor y un mundo interior con una gran profundidad emocional.
¿Eres una persona altamente sensible?
En general, si te identificas con la siguiente lista de cosas, es muy posible que seas una persona altamente sensible.
- ¿Te abruman fácilmente los estímulos sensoriales como luces brillantes, olores fuertes, ropa incómoda o sirenas cercanas o multitudes ruidosas?
- ¿Te estresas cuando tienes mucho que hacer en poco tiempo?
- ¿Sientes la necesidad de evitar conscientemente el ver películas y programas de televisión violentos porque se sienten demasiado intensos y te dejan inquieto?
- ¿Sientes no solo una preferencia, sino una necesidad de tiempo de inactividad, especialmente cuando tienes días agitados; necesidad de retirarse a una habitación oscura y tranquila?
- ¿Le das mayor prioridad a organizar tu vida de forma que puedas evitar situaciones molestas o abrumadoras?
- ¿Notas o disfrutas de aromas, sabores, sonidos u obras de arte delicadas o finas?
- ¿Te conmueve la belleza, ya sea expresada en el arte, la naturaleza o el espíritu humano, o incluso a veces un buen comercial?
- ¿Tienes una vida interior rica y compleja, completa con pensamientos profundos y sentimientos fuertes que la acompañan?
- Cuando eras niño, ¿tus padres o maestros te veían como un niño sensible o tímido?
Señales de que eres una persona altamente sensible
Debido a que la alta sensibilidad no es muy común, muchas personas altamente sensibles se sienten solos e incomprendidos. La alta sensibilidad a menudo se etiqueta erróneamente como timidez, ansiedad o introversión (aunque tanto los introvertidos como los extrovertidos pueden ser altamente sensibles).
Para muchas personas, descubrir que son personas muy sensibles es la clave para comprender muchas de las cosas con las que podrían haber estado luchando durante toda su vida. ¿Eres una persona altamente sensible? Aquí te dejo los 10 signos de alta sensibilidad. ¿Con cuántas señales te relacionas? Entre más alto sea el número, más probable es que seas una persona altamente sensible.
1. Profundidad emocional:
Las personas altamente sensibles experimentan cada emoción con una intensidad que puede abrumar incluso a ellos mismos.
No se trata simplemente de sentir, sino de sumergirse en un océano emocional donde cada oleaje es palpable y significativo. Sus emociones son como prismas que refractan la luz del alma, permitiendo una comprensión más rica y compleja del mundo interior y exterior.
2. Sensibilidad sensorial:
Para los PAS, el mundo es un collage de estímulos sensoriales que pueden ser tanto cautivadores como abrumadores. Cada sonido, cada textura, cada aroma es percibido con una claridad cristalina que puede ser abrumadora. Su sensibilidad sensorial los conecta de manera más íntima con su entorno, pero también los expone a la sobrecarga sensorial y al agotamiento.
En momentos, la luz de sol se siente de forma magnifica en nuestra piel, sin embargo las luces brillantes en ciertos lugares son demasiado intensas.
De la misma forma, la música puede ser algo que anheles tener en el fondo todo el día, pero habrá otros momentos en donde demasiado ruido es sumamente estimulante. La textura de las cosas puede ser una caricia reconfortante o una fuente de incomodidad que los hace querer retirarse a un lugar tranquilo. ¿Te ha pasado que sientes la etiqueta de la ropa y no puedes tolerar más esa sensación? o ¿Tal vez ciertos alimentos, sobre todo cuando somos niños, no los puedes comer debido a las texturas?
En este aspecto, es sumamente importante prestar atención, sobre todo para los que somos padres, que los niños pequeños están alrededor de nosotros con ruidos, tocándonos, no permitiéndonos ir hacía nuestro interior para poder tener un poco de silencio. Esto es particularmente cierto cuando nuestros hijos son pequeños, y aquí es donde necesitamos el apoyo de otras personas para poder tener un poco de descanso para nuestro sistema nervioso en estos momentos.
3. Empatía elevada:
Existe el termino ser empático o en inglés empath, lo cual demuestra que puedes sentir las emociones de las demás personas. Las PAS sienten el dolor de los demás como si fuera propio y celebran las alegrías ajenas con la misma intensidad. Esta empatía profunda los convierte en confidentes naturales, en hombros en los que otros pueden apoyarse y en corazones dispuestos a abrirse al sufrimiento del mundo.
Debido a que las PAS somos más propensos a sufrir trauma emocional, especialmente en nuestra infancia, es importante que aprendamos a sanar y a regular nuestro sistema nervioso, de lo contrario, continuaremos dejándonos llevar por las emociones de los demás.
En mi caso particular, cuando comencé a sanar y ahora puedo permanecer más en mi cuerpo, me puedo dar cuenta de las emociones de los demás, sin embargo ahora tengo la capacidad de no absorberlas y dejar que sus emociones me saquen de mi estado de regulación.
4. Reacciones intensas:
Las personas altamente sensibles experimentan reacciones emocionales intensas ante situaciones cotidianas. Lo que para algunos podría ser un pequeño contratiempo, para ellos se convierte en una montaña rusa emocional. Esta intensidad puede resultar desconcertante para quienes no comparten su sensibilidad, pero es un recordatorio constante de la profundidad de su experiencia emocional.
Ten en cuenta que para muchos PAS estas reacciones intensas solo ocurren en nuestro interior, es decir, no es tan fácil que las exterioricemos básicamente porque no consideramos seguro el hacerlo.
Recuerdo, que hace no mucho tiempo me encontraba viendo un Podcast de Lex Fridman, y me resultó sumamente claro, como muchas PAS tendemos a esconder nuestras emociones, parece que no sucede nada pues nuestra cara no lo demuestra, sin embargo cuando comencé a escuchar lo que esta persona decía podía sentir su alta sensibilidad que generó grandes cosas en mí.
Además, estas reacciones intensas no siempre tienen que ser así, más bien para muchos PAS estas están sumamente vinculadas con el trauma emocional y con nuestra falta de regulación emocional. Esto no quiere decir que vas a perder esa sensibilidad, sino que ahora podrás manejar las reacciones y la forma en la que la expresas.
5. Sensibilidad al entorno:
Son como antenas que captan las sutilezas del entorno que los rodea. Los cambios en la atmósfera, las tensiones en el aire, las energías que fluyen a su alrededor: todo esto se registra en su radar emocional. Esta sensibilidad les permite percibir la belleza en los detalles más insignificantes, pero también los hace vulnerables a la negatividad y al caos del mundo.
El reconocer que eres una persona altamente sensible te puede ayudar a tomar precauciones y a descubrir nuevas formas en las que puedes regular tu sistema nervioso en un mundo lleno de caos.
6. Necesidad de tiempo a solas:
En un mundo ruidoso y caótico, las personas altamente sensibles anhelan momentos de calma y soledad. Necesitan desconectar del ajetreo del mundo exterior para recargar energías y reconectar consigo mismos. La soledad no es un castigo, sino un santuario donde pueden encontrar paz y renovación.
Necesitan tiempo a solas para procesar las experiencias emocionales, recargar energías y reconectar consigo mismos en un nivel profundo.
7. Perfeccionismo:
Lamentablemente, para muchos de nosotros el perfeccionismo es algo que es muy común haber desarrollado. La búsqueda de la excelencia es una constante en la vida de las personas altamente sensibles. Cada tarea, cada proyecto, se convierte en una oportunidad para alcanzar la perfección.
Sin embargo, esta búsqueda implacable puede llevarlos a ser críticos consigo mismos y a experimentar una presión interna abrumadora.
Anteriormente se creía que la perfección era una virtud, hoy sabemos que el ser perfeccionista en realidad es una respuesta al trauma, y algo que nos impide ser nosotros mismos y sentirnos seguros en nuestro propio cuerpo.
8. Respuestas emocionales ante el arte y la música:
El arte y la música son fuentes de inspiración y consuelo para las personas altamente sensibles. Se ven profundamente conmovidos por la belleza estética y encuentran en estas expresiones artísticas una vía de escape y una conexión con lo divino.
Para muchos de nosotros, el arte y la música es una forma de experimentar nuestra sensibilidad de forma segura, es como un pequeño espacio al que podemos ir en donde podemos dejarnos llevar por las sensaciones que esto nos genera en nuestro interior.
9. Intuición aguda:
Su intuición es un faro que guía su camino a través de la vida. Confían en sus corazonadas y presentimientos para tomar decisiones importantes, sabiendo que su sabiduría interna es un recurso invaluable en un mundo incierto.
Si crees que no puedes confiar en tu intuición es importante que trabajes en sanar tus heridas emocionales, personalmente he visto como muchas veces la ansiedad y las dudas que el trauma ha dejado en nuestra experiencia nos impiden conectar de forma verdadera con nuestra intuición.
Para muchos de los sobrevivientes del trauma en la infancia es muy común que esa intuición haya sido callada por miedo a la represalias. Sin duda el trabajar con tu sistema nervioso te ayudará a conectar con ella de forma auténtica.
10. Sensibilidad al dolor ajeno:
El sufrimiento de los demás los afecta profundamente. Son los primeros en ofrecer una mano amiga, en consolar a aquellos que lloran y en luchar por la justicia y la igualdad. Su sensibilidad al dolor ajeno es un reflejo de su compasión y humanidad.
¿Qué hacer ahora?
Manejar la alta sensibilidad puede ser todo un desafío, pero también puede convertirse en una oportunidad para crecer, sanar y florecer. Aquí hay algunas estrategias para manejar ser altamente sensible y cómo la sanación del sistema nervioso puede desempeñar un papel crucial en este proceso:
1. Reconocer y aceptar tu sensibilidad: El primer paso para manejar tu sensibilidad es reconocerla y aceptarla como parte de ti mismo/a. En lugar de percibirla como una debilidad, mírala como un don único que te permite experimentar el mundo de una manera más profunda y significativa.
2. Establecer límites saludables: Aprende a decir “no” cuando sea necesario y a establecer límites saludables en tus relaciones y actividades. Esto te ayudará a protegerte del exceso de estimulación y a preservar tu energía emocional.
3. Practicar la autorregulación emocional: Desarrolla técnicas de autorregulación emocional, como la respiración profunda, la meditación y la visualización, para gestionar el estrés y la ansiedad que puedan surgir debido a tu sensibilidad.
4. Cultivar un entorno de apoyo: Rodéate de personas que te comprendan y te apoyen en tu viaje como persona altamente sensible. Busca comunidades en línea o grupos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias y sentirte validado/a en tus emociones.
5. Sanar el trauma emocional: Muchas personas altamente sensibles han experimentado traumas emocionales en el pasado que pueden afectar su bienestar emocional en el presente. Busca la ayuda de un terapeuta o profesional de la salud mental especializado en trauma para abordar y sanar estas heridas profundas.
6. Regular el sistema nervioso: La sanación del sistema nervioso puede ser fundamental para manejar la sensibilidad extrema. Técnicas como la terapia somática, la hipnosis y las Havening Techniques pueden ayudar a regular el sistema nervioso, reducir la hipersensibilidad y aumentar la resiliencia emocional.
7. Practicar el autocuidado: Dedica tiempo regularmente para cuidar tu bienestar físico, mental y emocional. Esto puede incluir actividades como el ejercicio suave, el tiempo al aire libre, la escritura terapéutica, el arte creativo y el descanso adecuado.
8. Desarrollar una narrativa compasiva: Cambia tu diálogo interno de autocrítica a compasión. Reconoce tus fortalezas y logros, y date permiso para ser humano/a, con todas tus imperfecciones y sensibilidades.
9. Cultivar la gratitud y la conexión: Practica la gratitud diaria y busca momentos de conexión significativa con los demás y con la naturaleza. Estos actos simples pueden ayudarte a mantener una perspectiva positiva y a fortalecer tus relaciones.
10. Buscar ayuda profesional cuando sea necesario: No tengas miedo de pedir ayuda profesional si sientes que estás luchando para manejar tu sensibilidad. Un terapeuta o profesional especializado puede proporcionarte el apoyo y las herramientas necesarias para prosperar como persona altamente sensible.
Conclusión
Si descubriste que tú también eres una persona altamente sensible es importante que recuerdes:
- El ser altamente sensible es completamente normal. Como te mencioné al inicio se estima que hay entre el 15 al 20% de la población tiene este rasgo, lo cual indica que somos demasiados para que se considere un trastorno, pero tampoco somos los suficientes como para que la mayoría de los que nos rodean entiendan bien de qué se trata.
- Es innato. De hecho, los biólogos lo han encontrado en más de 100 especies (y probablemente hay muchas más) desde moscas de la fruta, pájaros y peces hasta perros, gatos, caballos y primates. Este rasgo refleja un cierto tipo de estrategia de supervivencia, siendo observador antes de actuar. Los cerebros de las personas altamente sensibles (HSP) en realidad funcionan de manera un poco diferente a los demás.
- Eres más consciente que otros de las sutilezas. Esto se debe principalmente a que tu cerebro procesa la información y reflexiona sobre los hechos más profundamente. Entonces, incluso si usas anteojos, por ejemplo, ves más que otros al notar más el ambiente en el que te encuentras.
- También te abrumas más fácilmente. Si notas todo, naturalmente estarás sobreestimulado cuando las cosas son demasiado intensas, complejas, caóticas o novedosas durante mucho tiempo.
- Este rasgo no es un descubrimiento nuevo, pero se ha entendido mal. Debido a que los HSP prefieren mirar antes de entrar en nuevas situaciones, a menudo se les llama “tímidos”. Pero la timidez se aprende, no es innata. De hecho, el 30% de los HSP son extrovertidos, aunque el rasgo a menudo se etiqueta erróneamente como introversión. También se le ha llamado inhibición, miedo o neuroticismo. Algunos HSP se comportan de esta manera, pero no es innato hacerlo y no es el rasgo básico.
- La sensibilidad se valora de manera diferente en diferentes culturas. En culturas donde no se valora, los HSP tienden a tener baja autoestima. Se les pide “no ser tan sensible” lo que nos lleva a sentirnos anormales. Pero por ejemplo, en culturas como las orientales el ser más sensible es altamente valuado, por lo que las personas tienden a tener una mejor autoestima.
Cuéntame, ¿estos rasgos te suenan conocidos? ¿Eres tú una persona altamente sensible?
Me siento tan identificada con todo, sobre todo en el tema de los olores y los detalles!
Excelente post.