1. El Sistema Nervioso en Estado de Alerta: El trauma a menudo coloca el sistema nervioso en un estado de alerta constante, haciendo que las personas se sientan en peligro incluso cuando no lo están. Esto puede manifestarse como hipervigilancia y ansiedad crónica.
2. Desconexión del Cuerpo: Las experiencias traumáticas pueden llevar a una desconexión con el propio cuerpo. Las sensaciones físicas pueden percibirse como amenazantes, lo que resulta en una falta de confianza en el cuerpo.
3. Problemas de Confianza en las Relaciones: Las relaciones pueden volverse difíciles debido a problemas de confianza. Las personas que han experimentado trauma pueden tener dificultades para confiar en los demás, lo que puede afectar negativamente sus relaciones personales y profesionales.

Creando un Espacio Seguro

El trauma puede dejar una huella profunda en nuestro sistema nervioso, haciendo que nos sintamos constantemente en alerta máxima, incluso cuando no hay amenazas reales. Las personas que han sufrido algún tipo de trauma en su vida, se sientes inseguras en su propio cuerpo, aunque esto no sea tan evidente.

Los seres humanos tenemos necesidades emocionales que son innatas, mientras crecemos necesitamos acceso constante a la seguridad, a sentirnos amados, aceptados, vistos, escuchados para codificar esa sensación de seguridad dentro de nosotros mismos. Esto hace que tus sistemas neuroceptivos (la percepción que se encuentra debajo de tu conciencia) se desarrollen de manera que te permitan reconocer la seguridad o amenaza real. Esta distorsión puede ser leve o “exagerada”.

Una vez que creas esta seguridad interna, tu neurocepción comenzará a cambiar hacia una mayor precisión. 

En esta fase del proceso de sanación, es necesario trabajar directamente con nuestro sistema nervioso para desactivar esas alarmas internas de peligro, eso que nos mantiene en un estado supervivencia. Esto no solo implica aprender a reconocer cuándo estas alarmas son simplemente percepciones, sino también crear un ambiente seguro en nuestro interior.

Trabajando Directamente con el Sistema Nervioso:

En este segundo punto, examinaremos cómo trabajar directamente con el sistema nervioso puede ayudar a desactivar las alarmas internas de peligro y restaurar la sensación de seguridad.

1. Terapia Somática: La terapia somática es una herramienta poderosa para sanar el trauma al trabajar directamente con las sensaciones corporales. Los terapeutas somáticos ayudan a las personas a reconectar con su cuerpo de manera segura.
2. Hipnosis: La hipnosis puede ser una forma efectiva de acceder a las partes más profundas de la mente y liberar traumas almacenados. Puede ayudar a cambiar las percepciones y creencias arraigadas que pueden estar contribuyendo a la sensación de inseguridad.
3. Técnicas de Regulación Nerviosa: Aprender técnicas de regulación nerviosa, como la respiración profunda y la atención plena, puede ayudar a las personas a desactivar la respuesta de lucha o huida y encontrar un equilibrio interno.

Tres formas en las que podemos crear seguridad

Sanar el sistema nervioso no se trata únicamente de volver a tu cuerpo o perdonar o tomar la decisión de “moverte del pasado”. El sanar se trata de abordar y sanar por qué te desconectaste en primer lugar.

Poco a poco a través de este proceso podrás ir creando pequeños espacios de seguridad en tu interior que te permitirán ir conectando con todas esas partes de ti que fueron heridas de manera que puedas irlas integrando y así creando una seguridad interior completa.

Hay tres formas en las que podemos crear seguridad para nosotros:

• Seguridad en tu cuerpo
• Seguridad en tus emociones y pensamientos
• Seguridad en tu ambiente y en tus relaciones

Crear un refugio de seguridad es como tejer un manto de confianza alrededor de tu ser. En este espacio, el sistema nervioso encuentra la calma y el corazón se permite florecer una vez más.

Reconstruyendo la Confianza en uno Mismo:

La confianza en uno mismo puede resultar gravemente afectada después de experimentar el trauma. El proceso de sanación nos permite reconectar con nuestra fuerza interna y autoestima. A medida que creamos un refugio de seguridad interno, también estamos reconstruyendo la confianza en nosotros mismos. Aprendemos a reconocer nuestra valía y a recordar que merecemos amor, respeto y cuidado.

Sanación a Través de las Relaciones:

Las relaciones pueden ser un aspecto desafiante para aquellos que han experimentado el trauma. La sanación también se extiende a nuestras conexiones con los demás. A medida que trabajamos en nuestro refugio de seguridad interno, podemos aprender a establecer límites saludables en nuestras relaciones y, al mismo tiempo, permitir que entren personas que nos brindan apoyo y amor genuinos.

Conclusiones:

La creación de un refugio de seguridad es una parte esencial del proceso de sanación del trauma. Este espacio nos permite reconectar con nuestro cuerpo, nuestra confianza en nosotros mismos y nuestras relaciones. A medida que avanzamos en esta fase, estamos dando pasos importantes hacia la recuperación y el florecimiento en todos los aspectos de nuestras vidas.

En mi próximo artículo, exploraremos el cuarto punto de nuestro proceso de sanación: “Sanación Profunda: Explorando las Heridas para Liberar el Pasado”. ¡No te lo pierdas!